Historia de vida: POMPILIO MANRIQUE. Sobreviviente civil de mina antipersona

“Hay una fuerza motriz más poderosa que el
vapor, la electricidad y la energía atómica. Esa fuerza es la voluntad”.
Un sobreviviente de minas antipersona, que
perdió parte de su vida en un accidente. A partir de allí, nunca pensó que su
vida pudiera cambiar; sin embargo, creyó en sí mismo, y hoy en día su vida es
diferente.
La Pastoral Social Regional con apoyo de
Handicap International, cuenta con un programa de Asistencia a sobrevivientes
civiles de Minas Antipersonal; un espacio que ha sido una oportunidad de
acompañamiento psicosocial, formación en desarrollo humano, proyecto de vida,
inclusión socioeconómica, asistencia y rehabilitación. Acciones que han
fortalecido a los sobrevivientes y sus familias.
Pompilio inició su proceso en el programa,
desde el 2013. “Cuando hay una persona a
la que nunca le ha pasado nada terrible, le dice a uno que siga adelante, que la
vida sigue y hay que superar las dificultades; para uno de víctima es difícil
de entenderlo. Uno no cree, está destruido y encerrado en su tragedia”.
“Cuando yo llegué al programa, y veía a más
personas víctimas, mutiladas y flageladas; y eran esas personas, las que me
decían que a pesar de lo que me había sucedido, yo podía levantarme y salir
adelante, lo creí…”
Pompilio es un hombre, al que una mina le
mutiló una pierna, a la altura de la rodilla, y una mano desde el antebrazo,
tiene familia y 34 años de vida. “Cuando uno sufre un accidente como este, se
le destruye gran parte de su vida; y yo tardé tiempo en darme cuenta de que, lo
que me había sucedido no podía acabar con toda mi vida”
“No fue fácil volver a creer en mí y en mi
futuro, en que realmente yo podía volver a levantarme, pero hoy, estoy convencido
que, si uno cree en uno mismo, puede lograr hacer cosas importantes por uno. Y
puedo decir que sí es posible, recuperarse física, emocional y económicamente”
Desde la pastoral social, y el acompañamiento
internacional de HANDICAP, hemos tenido fe, en que las personas pueden
superarse a sí mismas, en que podemos sanarnos desde nuestras propias
capacidades, y que las adversidades del conflicto armado, pueden devastarnos,
pero no acabar con la voluntad de las personas. El proceso que llevamos, busca
restaurar a las víctimas y a sus familias, desde lo psicosocial y acciones que
buscan fortalecer proyectos de vida, tanto de las víctimas como de sus
familias.
“Yo fui una víctima, esta mina me quitó una
pierna, me quitó un brazo, pero a pesar de eso, logré superarme a pesar de las
dificultades, invito a reflexionar frente al cambio d actitud para ver la vida,
para compartir en familia y sobre todo para enfrentarse a un nuevo
comienzo. Hoy, puedo decirle a las
personas, que si se puede seguir adelante, que todos somos capaces de luchar, y
superarnos a nosotros mismos, y a todas las adversidades.”