Iglesia en Colombia se une a la ‘Jornada mundial de oración y ayuno por la paz’ convocada por el Papa León XIV

El cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, junto con los obispos auxiliares, hace un ferviente llamado a toda la Iglesia para unirse activamente a la ‘Jornada de oración y ayuno por la paz’ convocada por el Papa León XIV para este viernes 22 de agosto.


En un mensaje dirigido a todos los fieles, los prelados sabrán la urgencia de esta iniciativa en el contexto nacional, invitando a no permanecer indiferentes ante la realidad que vive Colombia. “Las condiciones adversas de nuestro tiempo nos deben mover a aportar en la consolidación de una sociedad más justa, fraterna y en paz”, señalaron, añadiendo de manera contundente: “No podemos acostumbrarnos al imperio de la muerte y la violencia, esto es contrario al anuncio gozoso de la Pascua”.


El comunicado enfatiza que la oración y el ayuno no son actos pasivos, sino herramientas espirituales poderosas que reflejan la confianza en Dios y la responsabilidad humana:


“La oración y el ayuno son acciones valiosas que expresan nuestra confianza en la presencia de Dios y la corresponsabilidad que tenemos como seres humanos en la construcción de una sociedad justa y en paz para todos”.

Por la importancia de este signo y la compleja situación que atraviesan comunidades en diversos territorios del país, este llamado se hace extensivo a todas las jurisdicciones, comunidades religiosas y fieles laicos de Colombia. También es una invitación para en todos los ambientes eclesiales, se faciliten espacios para participar en esta jornada, uniéndose espiritualmente a la intención del Santo Padre de pedir “el don inestimable de la paz en todos los rincones de la tierra y para que todos los afligidos por la violencia y la guerra alcancen el consuelo”.


La jornada se encomienda a la intercesión de la Bienaventurada Virgen María Reina, “a quien confiamos los derroteros de la paz y el consuelo para tantos hermanos y hermanas de nuestro país que sufren por el recrudecimiento de la violencia”.


Con este llamado, la Arquidiócesis de Bogotá y, por extensión, toda la Iglesia en Colombia, busca responder con fe y esperanza al clamor por la paz, demostrando que, desde la espiritualidad, se puede contribuir a la transformación social del país.