“Con los ojos puestos en sus hijos y en sus necesidades, como en Canaán de Galilea, María ayuda a mantener vivas las actitudes de atención, de servicio, de entrega y de gratitud que deben distinguir los discípulos de su hijo. Indica, además, cuál es la pedagogía para que los pobres, en cada comunidad cristiana, “se sientan como en su casa”. Crea comunión y educa a unn estilo de vida compartida y solidaria, en fraternidad, en atención y acogida del otro, especialmente si es pobre o necesitado” (DAN° 272)